Necesitas una rutina, horario y hábitos destinados a esas metas. Tener una rutina como plan de acción te permitirá ejercer tu disciplina de forma más sencilla.
Tener una rutina clara te ayuda a eliminar la fricción de decidir qué hacer cada día y evita que te distraigas fácilmente. Es mucho más fácil mantener la disciplina cuando sabes exactamente qué hacer y cuándo hacerlo.
Primero crea un horario tentativo.
Crea una lista de actividades o hábitos que te permitirán alcanzar tus metas. Escoge los más importantes y añádelos en tu horario tentativo.
Si sientes que tienes poco tiempo, debes simplificar tu vida y aprender a priorizar. Usa el principio de Pareto: Reestructura tu vida de tal forma que dediques más tiempo y esfuerzo a ese 20% de actividades que te traen el 80% de los resultados en términos de éxito financiero y satisfacción personal.
Cuando agregues las actividades a tu horario, te recomiendo agregar tiempo extra a las actividades más importantes para que así no quedes corto. Tampoco olvides respetar tus horas de sueño, así como agregar descansos, un momento para tus hobbies y tiempo con amigos.
Crear una nueva rutina con nuevos horarios es difícil de mantener al principio porque tenemos que luchar con nuestros viejos hábitos mientras intentamos crear y mantener nuevos hábitos, así que intenta ir de forma progresiva si te cuesta demasiado.
El consejo es que tengas una mentalidad enfocada en el proceso más que en el resultado y en la mejora continua más que la perfección.
Cuando te enamoras del proceso, tu felicidad se vuelve más inmediata y duradera, y cuando te enfocas en el progreso más que la perfección, no te decepcionas y te frustras menos.
Debes ser constante. La clave para crear hábitos, rutinas y alcanzar resultados está en la constancia y perseverancia.
Mi último consejo para este punto es que planifiques la noche anterior las actividades del día siguiente. Esto te permite organizarte de forma más realista y ajustada a tus necesidades/metas actuales.
Además, te permite anticiparte a las eventualidades del día, por ejemplo, si tienes una celebración u otra actividad, puedes realizar mejores ajustes. Hacer modificaciones previamente te libra de la culpa que sentirías por no seguir tu horario preestablecido al pie de la letra.
Ahora bien, la noche anterior pregúntate: ¿Cuál sería la mejor acción para invertir mi tiempo mañana? ¿Qué es lo más importante que debo hacer? ¿Cuándo lo haré y donde?
Finalmente, crea una lista de tareas, y organízalo por prioridad: Ten claro lo que debes conseguir en el día.
Recuerda: la disciplina se vuelve más fácil cuando las decisiones ya están tomadas por adelantado. Una buena rutina es una herramienta poderosa que te libera del caos mental y te acerca, paso a paso, a la vida que deseas construir.